Es la rama de la odontología que trata el cuidado oral preventivo y terapéutico de niños y adolescentes. La Sociedad Española de Odontopediatría (www.odontologiapediatrica.com) recomienda que la primera visita del infante se realice cuando se haya completado la erupción de la 20 piezas que componen la primera dentición, aproximadamente a los 3 años de edad.
Los problemas más frecuentes en los niños en edad preescolar son las caries, los traumatismos dentales, la pérdida prematura de espacio, y las alteraciones del crecimiento y del desarrollo bucomaxilar.
Caries:
¿Qué es la caries y qué la causa?
La caries dental es una infección del diente; es una enfermedad bacteriana destructiva de las estructuras dentales producida por una serie de microbios que viven en nuestra boca. Las caries son, además, la enfermedad crónica infantil más común.
¿A partir de cuando puede aparecer?
La caries de la primera infancia o “Caries del Biberón” puede producirse desde el mismo instante en que aparecen los primeros dientes en la boca del niño. Desde este mismo instante, pues, es conveniente empezar la limpieza bucal de sus dientecitos, que se llevará a cabo con una pequeña gasa húmeda.
Sin embargo, el factor tiempo juega también un papel importante. Cuanto más se tarde en iniciar los procesos de higiene dental, más probabilidades tendrá el niño de presentar caries.
¿Por qué se produce?
Por la confluencia de varios factores, principalmente las bacterias que producen ácido, los dientes susceptibles, los hidratos de carbono fermentados (dulces, leches etc…), el tiempo ( la frecuencia con que los dientes están expuestos a los ácidos derivados del azúcar) y la calidad de la higiene oral. Todo ello provoca un estado idóneo para la rápida propagación de las bacterias que provocan los ácidos que deshacen el esmalte del diente.
¿Cómo se reconoce?
La caries la ha de diagnosticar el dentista y, en el caso de los niños, el especialista en odontopediatría mediante las revisiones periódicas que han de tener lugar cada seis meses. La primera señal es la aparición de un cambio de color en el diente que se vuelve blanquecino y sin brillo. En la fase más visible, aparece la pérdida de sustancia y el socavón del esmalte, que se acaba rompiendo. La destrucción del diente indica que el proceso de caries puede llevar hasta varios meses en la boca; el proceso es, pues, lento.
¿Duele?
Cuando la caries sólo afecta al esmalte no produce dolor.Sin embargo, si la lesión se extiende, acabará llegando al tejido interior del diente, que es la dentina y, en estos casos, la ingesta de dulces y las bebidas frías o calientes provoca dolor. A medida que la infección progresa, pasa a los tejidos blandos del interior del diente (nervio), se forma pus como consecuencia de la infección y aparece el flemón que busca la salida del pus al exterior.
¿Cómo se tratan las caries en los niños?
Si la lesión llega al nervio y estamos ante dientes temporales se realiza una pulpotomía o tratamiento del nervioSi la caries no afecta al tejido nervioso del diente, se obtura mediante una pasta (el empaste). Cuando la caries ha provoca cuya finalidad es actuar como mantenedor de espacio a la vez que facilita que el niño pueda masticar bien.
Sólo se extrae el diente cuando no hay más remedio; es decir, cuando la infección obliga a su extracción porque se han destruido las raíces del diente y éste es inviable. En estos casos, siempre hay que instalar un mantenedor de espacio para evitar que se pierda el espacio necesario para la correcta ubicación del diente permanente.
Fuente: Sociedad Española de Odontopediatría.
Traumatismos dentarios:
Las lesiones traumáticas dentarias, por su frecuencia en la infancia, por las alteraciones estéticas y funcionales que ocasionan, y por la rapidez con la que deben ser tratadas, constituyen uno de los aspectos más relevantes de la práctica odontopediátrica.
Actualmente los traumatismos se clasifican según su dimensión y grado de afectación del diente, de la pulpa, y/o del ligamento periodontal.
El tratamiento debe realizarse de forma inmediata. Existen varias opciones que el profesional eligirá en función del grado de afectación pulpar, del cierre del ápice (extremo de la raíz), del estado de erupción del diente, y de la cantidad de estructura dental remanente.
Mantenimiento del espacio:
Se denomina mantenedor a todo aquel dispositivo, bien fijo bien removible, encaminado a preservar el espacio que han dejado uno o varios dientes, consecuencia de:
Pérdida dentaria prematura
Caries interproximales no tratadas
Alteraciones estructurales de esmalte y dentina.
Fracturas
Erupción ectópica de dientes permanentes
Agenesia de dientes temporales
Fuerza mesializante de los dientes posteriores, que es mayor en la arcada inferior
Anquilosis
Malposiciones dentarias
Discrepancia óseo-dentaria
Los objetivos que se persiguen con el uso de un mantenedor de espacio son:
Mantener el espacio hasta que se produzca la erupción del sucesor permanente
No interferir en la erupción normal de los permanentes
No interferir en el desarrollo de las bases óseas
Impedir la extrusión del diente antagonista
Restablecer las funciones de la dentición temporal: fonación, deglución, masticación
Diseño sencillo que permita una higiene correcta